Agua

"El agua es el elemento y principio de las cosas." Tales de Mileto

martes, 12 de abril de 2011

NUESTRO RIO BRAVO

El río Bravo es una corriente de agua que nace en las montañas nevadas de Colorado y Nuevo México; de él depende el abasto de agua y energía eléctrica de aproximadamente trece millones de personas. A lo largo de su recorrido de mil 455 kilómetros, atraviesa los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, del lado mexicano; y Colorado, Nuevo México y Texas, del lado estadounidense, así como los pueblos nativos al norte de Nuevo México. El río Bravo desemboca en el Golfo de México por Tamaulipas. Por su longitud ocupa el lugar dieciocho en el mundo.
La cuenca del Bravo es conocida con dos nombres: río Grande del Norte, en Estados Unidos; y río Bravo, en México. Este río es fuente de vida no sólo para las poblaciones que lo rodean, sino también para los ecosistemas que allí se desarrollan. La cuenca del Bravo es nutrida con aguas tributarias provenientes de los ríos Conchos, Salado, Sabinas, Medio Bravo, Álamo, San Juan y Bajo Bravo.

En 1944 México y Estados Unidos firmaron el Tratado de Aguas que establece qué cantidad de agua del Bravo pertenece a México y a Estados Unidos. Para llevar a cabo el control, se han implementado diversos mecanismos de medición que registran la cantidad de agua que extrae y reincorpora al cauce cada nación.
Asimismo, el tratado establece criterios claros sobre la utilización del agua: la prioridad es el abasto de las poblaciones, le siguen la agricultura y la ganadería para terminar con la caza, pesca y otros usos industriales.
En el río existen dos presas internacionales: Amistad y Falcón, ambas son utilizadas para el almacenamiento, control y distribución del agua, así como para la generación de energía eléctrica.

Científicos naturales y sociales de México y Estados Unidos participan en la Comisión del Río Bravo, que tiene el fin de preservar los ecosistemas y la cultura de los pueblos que se desarrolla en las laderas y alrededores del río.
En general la calidad del agua del Bravo es buena, aunque existen algunos problemas con la descarga de aguas residuales en diversos tramos. También, en sus orillas, principalmente del lado mexicano, es posible encontrar tiraderos de basura que amenazan la vida de las especies y la salud del río.
Valdría la pena preguntarnos: ¿De quién depende cuidar al Bravo? ¿Es una tarea de los gobiernos o de cada una de las personas que, directa o indirectamente, nos beneficiamos con sus aguas?





















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